Aquí os dejo a este fingílido, al que por aquí llaman chamarín, y que en ésta época están en pleno celo y no paran de cantar en todo el día desde las ramas altas de los árboles, haciendo grandes excibiciones del poder de sus gargantas y aleteos ante las hembras. Espero que os guste. Un saludo a todos.
martes, 27 de febrero de 2007
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